Enfermedades porcinas I: Mal rojo

• Introducción:

Enfermedad bacteriana que tiene su reservorio en la especie porcina. Es una especie de bacilo aerobio Gram positivo que  aguanta temperaturas de hasta 4º C durante meses y una temperatura máxima de unos 60ºC durante un tiempo de quince minutos. En cuanto a transmisión es por contacto de heridas en la piel, saliva o heces. Es una de las enfermedades del porcino que produce grandes perdidas ya es a nivel de animales por elevadas muertes como por los daños que causan a los animales a los que ha atacado y han sobrevivido. Los precedentes a esta enfermedad es cambios de lugar del animal, cambios de alimentación y  cambios muy bruscos de temperaturas

• Control en la explotación:

En primer lugar y como la gran mayoría de los ganaderos de porcino conocemos el método mas usado en la explotación es la vacunación. Está se produce con un periodo de seis meses cada dosis con una revacunación de 21 dias, es decir, incorporaremos una dosis indicada por el veterinario y posteriormente pasados 21 dias revacunaremos con el fin de inmunizar a los animales.

Otro de los métodos de prevención es labrar las cercas y sulfatar los recintos en los cuales se localizan los animales, debido a que la bacteria puede encontrase en el suelo durante muchísimo tiempo.

Uno de los tratamientos que podemos aplicar a animales que han contraído esta enfermedad es penicilina y sus derivados con el fin de salvar a los animales atacados.

• Síntomas y daños causados:

Los síntomas que se pueden apreciar en los animales es una disminucion del apetito, elevada fiebre que el animal muestra tambaleante de un lado y con grandes tiritones. En los animales muertos es fácil de detectar ya que la piel se despega muy fácilmente del cuerpo con un simple rascado.

Los daños que producen en animales que sobreviven es a nivel de las articulaciones impidiendo el movimiento natural de estas. Los animales quedan siempre marcados por la enfermedad presentando déficit en la motilidad, perdidas de la piel, incluso llegan a mudar toda la piel, perdida de las orejas.