- Introducción:
En los últimos años estamos convencidos de que una mayor cantidad de semilla aumenta la producción, sin embargo todo esta en su limite, tanto por encima como por debajo. La utilización de maquinas mas precisas en el sembrado y una buena labor en la tierra hace que se reduzca esta cantidad de semilla usada.
- Siembra de trigos:
En los trigos debemos distinguir entre el blando y el duro. Entre ellos existe las variedades del semiduro, pero es muy similar su siembre al duro. En países como Francia no miden la cantidad de semilla por kilos/hectarera, sino por semillas/superficie. Un calibrado de estas semillas hacen que la siembra sea mas eficiente, ya que un trigo con gran peso especifico no contiene los mismos granos por kilo que uno que su peso especifico es menor. Por esto conviene tener en cuenta el peso espeficico, aunque una orientación puede estar entre 120 y 180 kilos por hectarea en el trigo duro y entre 140 y 200 en el trigo blando.
- Siembra de cebadas:
Al igual que en el trigo un buen calibrado del grano favorece la siembra. Si la cebada presenta un grano muy gordos no es lo mismo que granos mas delgados. En este caso ocurre igual que con el trigo, tenemos a aumentar la dosis para tener una mayor producción. En este caso una buena siembra esta entre los 150 y 210 kilos, una mayor cantidad supone que en la producción obtenemos cebada de peor calidad y una menor cantidad que en el caso de fallos de nacencia se quede pobre en plantas.
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