Una vez llegado el otoño y tras las primeras aguas caídas debemos de comenzar a hacer un buen barbecho a los frutales. Con ello lo que conseguiremos ademas de quitar la nueva hierba que viene naciendo es que los frutales reciban el agua en las raíces, se filtre para cuando la necesiten en las épocas de escasez. También es el momento de aplicar los estiércoles y algún abonado, no debe ser excesivo ya que podemos provocar la perdida de la viveza de los arboles, el secado por la aplicación de demasiado nitrógeno. Para aquellos arboles de hoja caduca solo procederemos a una labor de barbecho y en algún caso aplicación de estiércol, el abono no es necesario ya que el árbol entrara en fase de invierno en el que no captara los nutrientes. Debemos asegurarnos que si son arboles pequeños o débiles, es decir finos troncos y ramas colocar un tutor que haga de apoyo para los días de viento.
Con el gran auge de la rotación de cultivo en la agricultura se ha optado por un incremento en la siembra de guisantes. Como ya hemos hablado en otra ocasión este cultivo tiene grandes beneficios para nuestra tierras, ya que suele fijar el nitrógeno dejándolo en la tierra para cultivos posteriores, lo que nos ahorrara algo de fertilizantes dando mayor producción. Sin embargo no solo es beneficioso para posteriores cultivos sino que ademas se esta aprovechando mucho su paja para alimento de los animales. Hace unos años salvo que esta siembra se realizara en alguna explotación de ganado, cuando se cosechaban se enterraba la paja, hoy en día esto se suele hacer alpacas y servir de alimentos para ovejas, cabras y vacas. Hay algún mito que dice que si esto se les echa a vacas estas pueden morirse al comerla si se pegan un harton, sin embargo yo llevo mas de dos años echándole estas alpacas y lo que hace es que los animales engorden ya que el aporte de nutrientes existentes mas al
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